Visita a la Embajada de Francia en Argentina...

El domingo 21 de septiembre se abrió, por fin, la Embajada de Francia en Argentina al público en general. Se realizó con motivo de las Jornadas del Patrimonio y la iniciativa permitió a los visitantes conocer el Palacio Ortiz Basualdo, realizado por el arquitecto francés Paul Parter en el año 1912. Según info de la propia embajada, "además de la entrada principal y la escalera de honor, el público será invitado a conocer los salones de recepción del primer piso, que hacen del Palacio Ortiz un significativo ejemplo de la influencia francesa en la arquitectura argentina. Los primeros propietarios de esta residencia, el señor Ortiz Basualdo y su esposa, señora Mercedes Zapiola Eastman, dignos representantes de la alta sociedad “porteña” de la época, repartían su tiempo entre largas estadías en París, Buenos Aires y su estancia “La Magdalena” de alrededor de 5000 hectáreas, en la provincia de Buenos Aires. Situada en pleno corazón de Buenos Aires, la Cancillería diplomática de la Embajada se inscribe en el eje de la principal de la avenida porteña, la “9 de Julio”. Después de haber atravesado el enlosado en mármol del hall principal y accedido por la escalera de honor al palier del segundo piso, el visitante podrá admirar el salón comedor principal, la sala de música estilo Luis XV con decoración china, el salón de baile, sus espejos y sus tableros pintados, así como el jardín de invierno, estilo inglés del XVI siglo".
Con mucho énfasis me preparé para ese día. De 12 a 18 era la convocatoria y festejaría la llegada de la primavera en la embajada. Invité a mis amigos y los convoqué para las cuatro de la tarde sin falta, "como para llegar temprano", les dije. Así fue que nos reunimos y tomamos el 152 en Santa Fe y Bulnes y nos bajamos en Santa Fe y Talcahuano... Enérgicos y felices, casi a prisa para llegar y ver tanta maravilla, llenos de ansiedad... arribamos a la Embajada. Uf, incrédulos de que la gente tuviera tanta cultura, nos quedamos boquiabiertos al ver la cola enorme que daba vuelta al palacio. Cruzamos Cerrito tratando de acercarnos al lugar y ocupar un sitio en la cola. Dimos la vuelta por 9 de Julio enfrentando la fila y seguimos por la calle arroyo... No lográbamos ver el final de la multitud para agregarnos. Terminaba justo donde empezaba. Esto nos permitió reírnos de las lógicas y escuchamos al guardia de seguridad en un tono afrancesado pero hablando en español que... "con el pegdón de los visitantes, hasta aquí liega la fiila..." y nos miramos desconsolados. ¿Van a reabrirla nuevamente?, preguntó mi amiga Ana y el guardia respondió... "pog ahoga no..." y nos miramos con los ojos tristes pensando... "je suis desolé".

Semana Francesa en Argentina